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El término biodiversidad es universalmente utilizado para evaluar el estado de conservación de los ecosistemas. Según el Convenio de Naciones Unidas sobre Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica se entiende por biodiversidad “la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas".
Es decir se considera que está constituida por tres "componentes" interrelacionados:
a) la diversidad genética: variedad de genes o formas genéticas subespecíficas;
b) la diversidad taxonómica: variedad de especies u otras categorías taxonómicas;
c) la diversidad ecológica: variedad de ecosistemas en cualquier nivel geográfico.
Los objetivos del proyecto ECOMARG abordan en mayor medida los dos últimos componentes.
Biodiversidad taxonómica
Se ha demostrado en numerosos trabajos científicos como los ecosistemas en buen estado de conservación están principalmente controlados por relaciones biológicas interespecíficas (competición, predación, etc.) mientras que los ecosistemas sometidos a perturbaciones ambientales son las variables físicas las que mandan, bien por ser ecosistemas sometidos a condiciones físicas naturales extremas o a impactos antropogénicos. Los ecosistemas bien estructurados presentan un mayor número de especies ya que las especies dominantes están controladas por predación o competencia, al contrario de lo que ocurre en ecosistemas desestructurados. En estos ecosistemas poco perturbados aparecen más especies ocasionales o raras, se desarrollan especies estructurales o biogénicas (corales, esponjas, algas) que elevan la complejidad del hábitat favoreciendo a su vez la presencia de mayor número de especies. Por tanto esta biodiversidad taxonómica, traducida en número total de especies es un buen indicador de la salud de los ecosistemas.
Los ecosistemas de plataforma de Galicia y mar Cantábrico han sido estudiados y catalogados por el Instituto Español de Oceanografía desde 1983 por medio de campañas de arrastre de fondo. Se dispone de series temporales de datos georeferenciados de riqueza de especies y diversidad . Los ecosistemas de transición entre la plataforma y el talud han recibido menos atención si bien con el proyecto ECOMARG se ha iniciado una nueva vía de estudio. La aproximación metodológica multidisciplinar que caracteriza al proyecto está proporcionando una valiosa información sobre las comunidades endobentónicas, epibentónicas y suprabentónicas. Los listados ligados a la tabla siguiente enumeran la totalidad de las especies catalogadas hasta la fecha en las zonas de estudio:
Riqueza total de especies
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